viernes, 4 de septiembre de 2009

Remembranzas...

Me han dado las tres de la mañana intentando comenzar esta carta. Como de costumbre me encuentro sentada frente a la ventana. Me deleita ver como la luz de la luna ilumina tu camino a casa. Yo te espero, siempre lo he hecho.
Hay silencio mientras indago las palabras precisas par regalarte esta noche. Tengo el presentimiento de que hoy llegarás más temprano que de costumbre. Mi maquillaje sigue intacto, no he movido más que mis manos y mis sentimientos.
He comenzado a escuchar tus pasos sobre las piedras, sabes que siempre me ha gustado ese sonido. Mi corazón se exalta, quiere correr hacia ti al reconocerte. Puedo sentir tu respiración acercándose a nuestra puerta. ¿Debo abrir antes de que llames? Pierdo el tiempo pensando mientras tú te vas acercando con calma.
Me acomodo el vestido y miro en el reflejo de la ventana mi silueta, parece pulcra.
Te escucho girar la cerradura, me instalo frente a la puerta para girarla contigo y matar con el movimiento nuestra distancia. La giramos con suavidad, nos intentamos gastar el tiempo en tan pequeña acción. Busco tus labios cuando el viento se asoma.
¡Pero qué absurda he sido! No es tu presencia la que ha llegado sino tu recuerdo, esta vez ha llegado más temprano que de costumbre.Por favor, pase usted...

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