miércoles, 27 de enero de 2010

Sobre la infancia...

La infancia es el estado latente de nuestras primeras personalidades , que aunque pareciera invisible y una vez que nos ¨creemos¨ adultos, toma la forma de un ancla y nos une a nuestros orígenes. Nuestro cuerpo adulto anda por la vida sintiéndose adulto, serio, rígido. (Aún ignoro la ley que rige el comportamiento para ser adulto). Nos decimos a nosotros mismo "estoy actuando como un niño", pero inconscientemente nos contradecimos al decirnos " como quisiera volver a ser niño para actuar de tal manera".Que entrañable es el recuerdo de nuestras carcajadas que irrumpían el espacio y el tiempo, o el berrinche hecho a causa de un juguete que creímos merecer, pero se nos fue negado. A veces, camino por las calles mirando caras adultas, y me vuelvo en una de ellas. Todos van guardando su rabietas, se las llevan dentro, ansiosos de tirarse al suelo y llorar hasta obtener su deseo. Como cuando eran niños. Con los años, la infancia se va convirtiendo en el encuentro accidental de una foto, de una prenda o de un muñeco. Recordamos que cuando éramos niños quizá dijimos " cuando sea grande y vea esto me acordaré de cuando lo guardé". Ahora, ya somos grandes y tal vez de no haber sido por aquella intención pasada, habríamos olvidado recordarnos. Hoy, la vida parece llevar prisa, como tranvía que deja a sus pasajeros por no haberse preparado para abordarlo. De niños el tiempo caminaba a gusto, se dejaba sentir. Por eso cuando éramos pequeños, teníamos la capacidad de transformar la espera dentro de un carro a causa del tráfico, en un largo y feliz viaje a cualquier otro país, así que mientras nuestros padres se sentían agobiados y desesperaban su espera, nosotros nos convertíamos en turistas mundiales. La infancia tiene un carácter emotivo por que aunque pareciera naturaleza muerta, un adulto tiene el poder de resurgirla a través del recuerdo. ¿Qué pasaría si siendo niños alguna vez afirmamos que la le letra "o" y el número "cero" no tenían razón de ser por ser iguales?Si siendo adultos lo negáramos, estaríamos matando entonces aquella naturaleza que se deja renacer: la infancia.

martes, 12 de enero de 2010

Cuento de Edgar Allan Poe


Berenice

Proyecto para televisión.
Diciembre 2009