miércoles, 27 de marzo de 2013

El pescador de ojos...

Hoy soñé algo extraño, llevaba puesta una falda de encaje que le daba vuelta a la esquina de la montaña, unas botitas antiguas con un botón de terciopelo y lavaba mi cuerpo en medio de vapor de baño viejo y oloroso. Como me hubiera gustado poder traerme al despertar la falda, los botines y un par de globos en forma de pez que rebotaban en la pared de un edifico inacabado. Soñar es un ejercicio, es como estirar el cuerpo, como dejar pasar el sol por tu ventana, es de esas acciones que parecen cotidianas pero que no lo son, es inacabable, como el edifico de mis sueños, pfff, ¡qué sensaciones!... por eso me parece pertinente platicarles lo siguiente, hace dos años tuve la oportunidad de vivir en un barco, habitábamos en él al rededor de 4,000 personas,está de más explicarles el tamaño -la ciudad flotante, o la ballena de metal-, así llamaba a mi casa en el mar... Vivir en un barco no es tarea fácil pero también es onírico. No sólo se ven muchas cosas sino que se sienten, es intenso, agresivo y dulce. El mar...sí, el mar tiene brazos, y piernas y cabello y sonrisa y llanto y alma y corazón y ojos y todo aquello que nos de la gana imaginar. En mis sueños de barco soñé que aprendía a cazar respirando en el agua, soñé con una mujer que tejía el cabello del mundo y lo echaba a volar y también soñé con "el pescador de ojos"... el pescador de ojos... Ahora entiendo que el mar ofrenda a quien se deja sentirlo. Hace un par de semanas, no sé con exactitud el día, veía en mi computadora un documental sobre la vida en el fondo marino y entonces hubo una imagen que detuvo mi tiempo, hasta lo más profundo del mar, ya casi donde no hay vida !existen peces que tienen forma de ojos! Yo lo soñé y más tarde, mi sueño me llevo a dibujarlo hace casi dos años atrás, ¿por qué habría soñado eso? Freud decía que soñamos constantemente lo que vemos y que se queda marcado en nuestro subconsciente, yo nunca vi algo así antes, las teorías de Freud son sólo teorías... Todas las mañanas desde que era niña me ejercito con el recuerdo de mis sueños, las cosas que soñamos de algunas manera existen, de qué manera, no lo sé, eso se descubre con los días. Por lo menos esta mañana tengo el contento de recordar la falda, las botitas y los globos de mis sueños, quien quite y los encuentre al abrir la puertita de mi armario... ♥

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